Volveré a casa en mayo y coincidiré con las golondrinas que como cada año, vuelve a ocupar su nido en el farol
Volveré a casa en mayo con vuestra ausencia y mi vacío.
Cuando el hermoso árbol azul empiece a dar sus primeras flores moradas, yo volveré a casa. Nuestra casa me preguntará: ¿Por qué no estáis? Esa misma pregunta me la harán los arbustos, las piedras, el paellero y la valla, el garaje y la mini casa, los cipreses, los naranjos y el limonero, el rosal y los jazmines.
A todos con la emoción luchando desde dentro les diré que estáis bien. Que mandáis saludos, besos y abrazos.
Volveré a casa a en mayo y en las hermosas noches llenas del aroma, del galán y el jazmín buscaré la estrella que un día en mi locura te regale.
Cogeré la flauta, la guitarra tal vez, y haré sonar las notas de – “Volver a Empezar” – como cada día, como cada hora, como cada segundo, volver a empezar.
Volveré a empuñar la espada de la Hermandad Blanca. Como un caballero de hojalata “desface dor de entuertos”.
Volveré a casa en mayo y pediré a la primavera que vuelva a hacer otro milagro, ahora conmigo.
En mayo, en casa: la tierra, el fuego, el viento y el agua, me ayudarán a reinventarme una vez más.
Volví a casa en mayo. No estaban los perros esperando. Las nenas tampoco jugaban en el patio. Te llamé, nadie contestó mi llamada.
Me senté con la flauta al lado del jazmín. Las golondrinas iban y venían reconstruyendo el nido del farol que los inquilinos en su ignorancia les habían roto. Con bolitas de barro en sus picos iban y venían volviendo a empezar.
Toni Carrión