viernes, 3 de diciembre de 2010

Lluvia, llueve.





Las gotas picotean los cristales. En la calle gentes que se resguardan y pasajeros de la lluvia que caminan entre el agua. Ajenos al tiempo que haga en la calle está su casa.
Casa sin ladrillos,
sin paredes,
ni esperanzas,
donde la lluvia al caer suele calar
hasta el alma.







Toni Carrión

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